Miscelánea de dos de mis grandes aficiones: GASTRONOMIA Y NATURALEZA.
En este blog encontraréis opiniones de distintos sitios donde en algún momento disfruté o no ..., de sus viandas.
Todo comentado de manera sencilla, que nadie espere grandilocuentes críticas gastronómicas, sino simplemente una valoración personal de lo que me pareció cada plato.
El otro componente que irá “salpicando” este blog serán fotos y rutas de cascadas, que como dijo Leonardo da Vinci, "el agua es la fuerza motriz de toda naturaleza".

domingo, 8 de marzo de 2015

Sport

Situado muy cerca del paseo del puerto, en la villa marinera de Luarca.




Aparte de mesas en la zona de bar, consta de un comedor bastante amplio.


La comida constó de :


Zamburiñas a la plancha






Muy ricas, bien hechas y con gran sabor.












Mejillones 3 salsas



Mejillones pequeños pero ricos.

Con respecto a las salsas:

Vinagreta, muy fresca y rica.
Picante, picante de verdad, muy buena.
A la sidra, sabor cero.









                                                                                                            Virrey a la plancha




Hecho en su punto.
Muy sabroso.
Acompañamiento un poco pobre, unos brotes y una patata cocida.










Como resumen, recomendable, por producto y cocina, pero ..., un servicio bastante lento, la posibilidad de tomar vino por copas, aunque poca oferta al respecto y destacar desde mi punto de vista, el excesivo precio de una menta poleo, 2€, que no deja de ser un vaso de agua con 1 sobre ..., más caro que un café y mismo precio que una copa de vino...













Cascadas de Oneta

Declaradas monumento natural, están situadas en el concejo de Villayón, en Asturias.
Son un conjunto de 3 cascadas llamadas, Firbia, Ulloa y Maseirúa.

La Firbia con unos 15 metros de altura es la primera que se encuentra.











Dejando el río a la izquierda, se sigue por el sendero en busca del resto.
Disfrutas de un fácil paseo entre árboles, donde te encuentras restos de molinos y vas viendo continuamente pequeños saltos de agua, mientras te acompaña el siempre relajante murmullo del río.







Al no estar bien señalizada, sólo llegué a ver otra.



Para acceder a ella tuve que abandonar el sendero y adentrarme un poco hacia la orilla del río, ya que está en un paraje algo más recóndito que la primera.

Como dije, faltó localizar una de ellas, una verdadera pena.