Me decanté por este sitio, que está al lado del palacio de los deportes, zona donde me encontraba en ese momento.
Lo conocía de una vez anterior y ya me gustó. Esta vez tampoco defraudó.
El local no es muy grande. Tiene una zona de la que entras para tomar algo y luego hacia el fondo está el comedor, que resulta bastante tranquilo.
Consta de una carta interesante, aunque no muy larga, con platos sugerentes, permitiendo entre otras cosas, un tapeo algo diferente.
Esta vez lo elegido fué :
Como entrantes:
Salteado de setas al romero con mahonesa de trufa y puré de ceps
Tiras de berenjena con miel de caña y queso de cabra
Saccottinni de gorgonzola y nueces en salsa de cebolla caramelizada
Los tres riquísimos, en especial me encantaron las berenjenas, pero tanto las setinas como la pasta estaban muy buenas y muy bien acompañadas por sus respectivas "salsas".
Siguieron los principales:
No es un plato de mis favoritos precisamente, pero tengo que reconocer que estaba en su punto.
Carrilleras de ternera glaseada al vino tinto sobre terciopelo de calabaza y caramelo de sésamo
Muy buenas y el caramelo le daba un toque muy rico.
Para finalizar "dulcemente" con:
Tiramisú de castañas con marrón glassé
Cremoso de queso, crumble y coulis de naranja
También muy ricos.
En especial el cremoso de queso estaba espectacular.
Sintetizando, buen producto, buen tamaño de las tapas y los precios considero que también muy buenos, (exceptuando los de los postres, que como en la mayoría de los sitios son bastante elevados),
