Llegué a él por recomendación de un camarero de un bar de copas, al que le pedí sugerencias para cenar bien y en terraza.
Al principio no las tenía todas conmigo, ya que medio en broma le pregunté sino sería el mismo dueño y me contestó que sí. Además se encuentra en un callejón con edificios abandonados, un poco alejado de la calle principal de restaurantes y tengo que reconocer que de noche daba un poco de miedo ..., pero bendita recomendación.
Extraordinaria terraza con vistas espectaculares al mar.
Decir servicio excepcional es decir poco.
Atendió la mesa un camarero que hablaba castellano y parecía que casi estaba él más agradecido que yo, ya que decía que así practicaba.
No se puede ser más amable, siento no recordar su nombre, ya que me hizo la cena aún más agradable e incluso nos echamos unas risas.
Tenían carta en castellano, aunque claro algunos nombres de los platos no reflejan exactamente el producto ..., son un poco de "libre albedrío".
Una simpática muestra.
Como aperitivo trajeron, como casi en todos los sitios unas aceitunas.
Luego la cena consistió en:
Especie de pisto
Buenísimo.
A pesar de que lo más conocido sea el kebab, hay que decir que para ellos los vegetales tienen gran importancia en su dieta.
Calamar a la plancha
Acompañado de ensalada. Correcto.
El obligatorio Kebab
Acompañado de arroz y verduras a la plancha. Riquísimo.
La cuenta:
Haciendo el cambio a euros, casi da la risa lo que costó.
El cambio no lo recuerdo muy bien, pero me suena que el valor de 1 €, equivalía a unas 3 liras turcas.
No es como en otros sitios donde digo que sin duda repetiré, obviamente, pero si alguna vez tengo la suerte de volver a Estambul, el restaurante Tria, será visita obligada.
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